¿Rinoplastia o Brackets Primero?

La imagen externa siempre ha sido una preocupación, pero si a ello le añadimos un problema funcional, es más preocupante y molesto para quien lo padece. Así sucede con dos de los procesos más demandados dentro de las áreas de la estética y la odontología: la rinoplastia y la ortodoncia.

Ambos tienen una finalidad estética y de recuperación de la seguridad y autoestima, pero también representan un alivio porque solucionan un problema funcional.

En cuanto a ambos procedimientos, se han generado muchas dudas sobre si ambos son compatibles de hacer en tan poco tiempo, y tomando en cuenta que los arcos de los brackets podrían incomodar durante la cirugía de nariz, una de las dudas más frecuentes es cuál de estos va primero. Analicemos esto.

Rinoplastia o brackets primero ¿Qué son?

Son procedimientos muy distintos entre sí, pues la rinoplastia se enfoca en la reconstrucción de la nariz para darle una forma mucha más recta o que guste al paciente. Por otro lado, los brackets se encargan de alinear la dentadura para que, además de formar una linda dentadura, el paciente no tenga más problemas para masticar o articular al hablar.

Cada uno tiene su complejidad según cada caso, pero respecto a si uno debe prevalecer sobre el otro en cuanto al orden, es un tema que tiene distintas posiciones. Primero estudiemos más a fondo de qué va cada uno.

Brackets para la nariz

Quizá has escuchado que los brackets pueden cambiar la forma de la nariz, mayormente, a desventaja, pues podría bajar la punta de esta. La realidad es que solo es un mito: los brackets pueden modificar el rostro, pero solo la parte inferior del rostro (zona maxilofacial).

Los brackets son aparatos fijos o removibles que son incorporados por un especialista ortodoncista en una o ambas líneas de la dentadura, con el fin de alinear los dientes y así corregir problemas dentales, como la mordedura deficiente, dientes desgastados, sobrecrecimiento de la mandíbula superior, dientes mal alineados o apilados, entre otros.

Como ves, los brackets solo tienen una finalidad en la zona donde son incorporados: los dientes y las zonas que estos acarrean. No va a repercutir en la forma de la nariz o en su grosor.

Ahora: ¿podría este procedimiento hacerse primero que una rinoplastia? Sí, no hay problema en que puedas realizarte una ortodoncia antes de una rinoplastia, siempre que consultes a tu odontólogo y al cirujano en cuestión.

Eso sí, debes tener en cuenta que al someterte a la rinoplastia luego de los brackets, podría ser más doloroso para ti y hasta incomodaría durante la cirugía, sobre todo si se te aplicará anestesia general o intubación. En este caso, será necesario que acudas al especialista para que este retire los arcos y otras partes de los brackets que puedan desprenderse durante la cirugía, pero como te comentamos, solo si se te aplicará intubación.

Además, la fase posoperatoria podría ser más dolorosa, tomando en cuenta que hay una inflamación en una zona tan sensible como la nariz. De por sí, los brackets son algo molestos, así que para ahorrarte esta incomodidad, es mejor optar por una rinoplastia antes que los brackets.

Rinoplastia para la nariz

La rinoplastia tiene como objetivo modificar la forma de la nariz por disgusto o insatisfacción del paciente, ya sea porque tiene una punta baja o gruesa, o por un tabique muy alto. Esta cirugía no debe confundirse con la rinoseptoplastia, que consiste en la reconstrucción de la nariz por un problema funcional. Generalmente se realiza cuando el paciente tiene una desviación en su nariz que le impide respirar con comodidad.

Si bien no hay interrelación entre los cambios que ocasionan una rinoplastia y los brackets, se recomienda el proceso quirúrgico y respetar la fase posoperatoria, para evitar padecer más dolor y molestias.

Principales diferencias

  • La rinoplastia se encarga de modificar la forma de la nariz. Los brackets cambian la forma de la dentadura y la mandíbula.
  • La rinoplastia tiene una fase posoperatoria mucho más prolongada (hasta un año). Con los brackets podrás consumir alimentos a partir de los 7 días, pero debes evitar consumir texturas duras.

Conclusión

Si bien hay una preferencia respecto a qué procedimiento deberías prevalecer, recuerda que tu decisión dependerá de la urgencia que debas atender. En ambos casos, es fundamental la consulta con los especialistas.

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