¿Pensando en costear tu rinoplastia? Pues qué bueno que te estés documentando sobre todo lo que acarrea esta intervención quirúrgica, desde la fase preoperatoria hasta la posoperatoria, como por ejemplo, cuándo te quitan los tapones.
Es cierto que durar días con los tapones puede ser muy molesto: te cuesta respirar y es difícil hacerte lavados, así que debes soportar días con la incómoda sensación de suciedad en la nariz. Pero, no te preocupes, esto es temporal. Entérate aquí por cuánto tiempo debes tener los tapones posteriores a la rinoplastia.
¿Cuánto duran los tapones en la nariz?

Los tapones solo duran unas 24 horas, si no se ha realizado una septoplastia, de lo contrario, se pueden retirar de 4 a 7 días, dependiendo de la complejidad de la operación y de la cantidad de recontrucciones realizadas.
Es fundamental que mientras te encuentres con los tapones en la zona operada, mantengas una higiene minuciosa, limpiando con unos bastoncitos mojados con agua oxigenada, de lo contrario, la herida se va a resecar y se formará una costra adherida a la piel, por lo que dolerá mucho al momento de retirar los tapones.
Mientras estés con los tapones, no te suenes la nariz ni hagas algún otro intento por forzar la respiración. También puedes utilizar suero salino o agua de mar, lo que va a prevenir la formación de costras de sangre.
Complementario a los tapones, también se emplea una escayola o férula si se ha modificado la forma del tabique. Esta se retira a partir del séptimo día.
Una vez que tu nueva nariz esté libre de tapones y férulas, solo se te pondrán unas tiritas para menguar la inflamación del dorso nasal.
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Cuando te quitan los tapones de la nariz, ¿duele?
Es una de las preguntas más frecuentes, y sí, duele mucho, ya que se forman costras que se adhieren a la piel (pese a que tengas mucha higiene) y al sacar los tapones, estas se desprenden de la piel de las fosas nasales, además que si la nariz sigue muy inflamada, estará sensible ante cualquier movimiento. En otro caso, los tapones se pueden adherir a la piel.
Por esta razón, muchas clínicas estéticas se han modernizado y han desistido del uso de los tapones, pues la mayoría (por no decir todos) de los pacientes que se han sometido a una rinoplastia manifiestan un inmenso dolor durante la extracción de los tapones.
Estás clínicas apuestan por un proceso quirúrgico menos traumático, donde no haya una cantidad excesiva de sangre y que garantice un posoperatorio sin dolor. Claro que, al tratarse de una técnica más delicada y cuidadosa (para evitar el exceso de sangre), la rinoplastia tendría un costo más elevado.
¿Cómo quitar los tapones de la nariz?
El retiro de los tapones de la nariz luego de la rinoplastia, y pasados los días de reposo, le compete solo al cirujano o doctor delegado (que haya estudiado ya la técnica usada durante la operación). El paciente no debe realizar este proceso porque puede resultar mucho más doloroso, y si no lo hace con las medidas de higiene debidas, puede desarrollar alguna infección en la herida.
Claro esto, es probable que te preguntes qué puedes hacer tú como paciente antes y después de la extracción de los tapones, y sí, puedes ser responsable del cuidado y de la higiene de esa herida.
Mientras tengas los tapones, será fundamental que te limpies diariamente las fosas con unos bastoncillos de algodón mojados en agua oxigenada, una solución salina o agua de mar. Esto permite que la herida no se reseque, no se formen costras y así los tapones no se pagarán (muchos pacientes manifiestan un exceso dolor a la extracción pero porque los tapones se adhirieron a la piel).
Conclusión
Para recapitular: si no te han hecho una septoplastia o modificación de tabique, los tapones se retiran a las 24 horas, en caso tal, la extracción se hace a los 7 y 8 días desde la operación.
La extracción de los tapones es muy dolorosa y el paciente podría sentir más inflamación luego de su retiro. Requiere de mucha higiene para evitar que dicha extracción sea más dolorosa de lo que ya es. Por eso, la rinoplastia es un proceso quirúrgico que debe ser bien pensado antes de someterse a este, ser consciente de todas las consecuencias que conlleva y, si es posible, buscar alguna clínica que abogue por un posoperatorio sin dolor.
Por último, recuerda que debes evitar hacer fuerza en exceso, ya que esto va a repercutir en la recuperación de la operación y en el dolor que puedas sentir. Sigue una dieta líquida en el primer día y procura no forzar la nariz con las respiraciones. Si presentas una congestión nasal, prioriza los lavados con solución salina para que la mucosa salga sin que debas forzar.

Autor: Alberto Zamorano, cirujano especializado en rinoplastia y cirugía reconstructiva, autor y revisor de los contenidos de esta web.